Es cierto que hay días, y más aún si es al inicio de semana que pesa todo y cuesta hasta levantar las cejas. Pero ayer no fue uno de esos días. yo estaba ilusionado, como niño que espera sus regalos en los calcetines que puso la noche anterior delante de la chimenea. Y así fue, todo un regalo, desde la mañana hasta la noche.
Y qué sucedió, os preguntaréis muchos de los que me leeis, pues me remito a preguntar a los profesores y alumnos que tuvieron la oportunidad de disfrutar los la energía y el movimiento de una persona llena de vitalidad a sus 65 años.
Nieves Moro nos introdujo en la experiencia de la Biodanza, abriéndonos las puertas de su corazón, para dejarnos entrar hasta la cocina de su ser mas íntimo; y ahí pudimos apreciar su luz blanca, como su pelo, que nos iluminó el rostro y nos llenó el corazón de ilusión.
Preguntad preguntad a los que pudieron estar ayer en la hora que les tocaba Religión o Atención educativa, qué experimentaron y qué vivieron. Como siempre, seguro que cada uno supo ver, desde su perspectiva, una Nieves "niña, adolescente, mujer, artista, profesional,... pero ante todo Alma Libre"
No voy a dejar de compartir la magia que ahí se vivió, porque me parece que los que salimos contagiados de la expresión que nos trajo a nuestros corazones la música y la danza, es una experiencia religiosa al mas alto nivel.
A continuación, después de hacer disfrutar a niños y no tan niños con la energía de Nieves Moro, nos subimos al escenario, junto a Alfredo Sanzol y Beatriz Jaén, para empaparnos del trasfondo de la obra que se está preparando el grupo de teatro del Instituto, cuyo autor y director teníamos entre nosotros. Ahí disfrutamos escuchando a Alfredo hablar de su padre, protagonista de la misma. El título, no sé si lo escribiré bien, es EL BAR QUE SE TRAGÓ A TODOS LOS ESPAÑOLES.
Su frescura y sincera intervención nos desvelaron los entresijos de la obra (o parte) dejándonos a todos con ganas de continuar aprendiendo del director del Centro Dramático Nacional, donde nos recordó a todos que leyéramos la Biblia, un estupendo manual de enseñanza y escritura, con los mas bellos relatos, que a él le llovían desde pequeño, y el cual demostró saber mucho de estos.
Y mucho más que dejo para que nos preguntéis a los que allí pudimos disfrutar de tan edificante conferencia...
Para rematar la tarde con Beatriz, ayudante de dirección, que nos apuntó ciertas notas y apreciaciones de lo gran profesional que es, y así surgieron los presonajes en su total originalidad, después de habernos acercado Alfredo también a lo natural de cada uno de los personajes que aparecen en la obra.
La verdad que la tarde fue todo un punto de inflexión, para poner en valor la historia en sí misma y cada personaje en particular. Hoy seguiremos con las anotaciones de Beatriz, quizás tenga que continuar este post en otra entrada, porque el día promete.
PS: se me olvidaba la referencia a los autores, o escritores, que dijo Alfredo y que me quedó grabada a fuego: "somos resucitadores" dijo refiriéndose a la labor de dar vida y aliento nuevo a aquellos que ya no están en persona con nosotros. Sea como fuere, a mí al menos, me insufló un nuevo impulso para seguir escribiendo...
El siguiente vídeo lo encontré por casualidad en la red.
Me permito el lujo de compartir incluso el comentario que trae el mismo, al compartirlo.
No quiero restar ni una coma.
No sé si se verán infringidos derechos de autor, pero como digo, comparto todos los nombres de los autores, si alguno se siente excluido, que me escriba.
Vivimos con prisa, respiramos rápido y nos olvidamos de lo esencial: sentir, compartir, abrazar. Nos pasamos el día conectados a pantallas frías, buscando “me gusta” y validación en la nube, mientras nos alejamos de la calidez de una mano que tiembla al tocarnos. Esta urgencia por capturar cada instante y contarlo en redes nos impide disfrutar de un atardecer frente al mar sin la ansiedad de notificarlo a alguien. Queremos que la vida suceda “ya y aquí”, pero a menudo dejamos atrás lo más íntimo, lo que de verdad nos hace humanos.
A veces, creemos que con un mensaje de texto arreglamos todo y, sin querer, nos volvemos incapaces de disfrutar el silencio o de entregarnos por completo a un abrazo, porque nuestra mente sigue pendiente de una notificación entrante. Hemos aprendido a vivir tan de prisa que olvidamos cómo se siente un susurro al oído o un “te quiero” dicho sin pantallas de por medio. Este reel busca recordarnos que hay un lenguaje más poderoso que cualquier emoji: el contacto real, el roce que eriza la piel y detiene el tiempo.
Este precioso proyecto, protagonizado por @labenitoescribe con concepto de @freyabustamante, es un grito de rebeldía ante la tiranía de la inmediatez, un llamado a detenernos y respirar, a contemplar la belleza que no puede medirse en likes.
✨Es la invitación a rescatar lo importante: amar con los ojos cerrados, sin miedos, sin filtros, y a soltar ese temor que nos hace confundir la velocidad con la plenitud. Porque, al final, el amor genuino no se captura con etiquetas, se siente.
Este reel es nuestro recordatorio de que aún podemos volver a lo profundo, a lo humano, a lo que de verdad importa.