APRENDIZAJES

 En este fin de semana de septiembre no quiero dejar de compartir ciertas cosas, que ni yo misma sé si voy a ser capaz de explicar o expresar de una manera coherente. En apenas unas horas he aprendido que dos personas de diferentes formas de ser y edades me pueden dar una lección magistral sobre la vida. Que una persona a la que prácticamente triplico la edad me ha enseñado que jamás hay que rendirse y que hay que luchar por lo que uno es y siente, porque la vida, nuestra vida, nos pertenece y no siempre van a gustar todas nuestras decisiones.He aprendido que hay profesores que no dan las clases al uso, porque no es la materia lo más importante, sino aprender a navegar en este mar llamado vida y que lo tenemos que hacer a través de todas las tormentas y que para ello hemos de estar preparados. He aprendido que una clase no siempre se da en un sitio cerrado, sino que puede ser al aroma de un café.

 Todo ello me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas: que es verdad que en esta vida las cosas no son siempre lo que parecen, y que por haber tenido un modelo de vida lo hemos seguido sin atrevernos a salir de nuestra zona de confort hasta que las circunstancias lo han impuesto. Siempre hemos hecho lo mismo, hemos ido con la misma gente, hemos callado cuando desrabamos gritar, no hemos sido capaces de expresar como nos sentíamos en un determinado momento y luego ya era tarde, que si hemos estado dolidos con alguien hemos callado y hemos seguido restando en nuestras vidas, sin darnos cuenta de que ni el tiempo, ni las oportunidades vuelven.  Que nos hemos sentido culpables porque a otras personas no les gustaba como eramos, o porque las cosas no eran como ellos pretendían que fueran. Y es curioso, pero he aprendido que tengo que dejar de sentirme culpable cuando alguien vuelca toda su frustración sobre mi. Como dice alguien un poquito  loco "ellos se lo pierden".

 Creo que no hay nada mejor que ser uno mismo y yo voy a seguir siendo la que siempre estuvo ahí sin pedir nada a cambio. He aprendido que ya no quiero la angustia por regalo. He aprendido que es mejor enfrentar y afrontar las cosas, que dejarlas morir en largos silencios. He aprendido que si alguien no quiere hablar, ni contarme todo aquello que un día le afectó tanto yo no puedo obligarle, pero que luego no me venga reprochando que yo callo o dejo de callar.. He aprendido que hablar sola no es de locos y que incluso es algo recomendable según el libro "somos lo que hablamos". He aprendido que un dia, de una semana, de un mes, de un año cualquiera, la vida te presenta a personas que van a estar en tu vida para siempre, que son con las que siempre vas a poder contar y que te llenan de abrazos a pesar de las circunstancias y que aunque algunas cosas parezcan imposibles, nunca sabemos por los derroteros por los que nos va a llevar la vida. He aprendido que los verbos ganar y perder no siempre significan lo que pone en el diccionario y que a veces pueden tener hasta significados contrarios. He aprendido que a veces el traidor busca los abrazos del traicionado cuando su propia oscuridad le envuelve. Que las decisiones que un día tomamos en la vida tienen sus consecuencias y que hemos de saber vivir con ellas. Que una despedida en agosto con un  "nos vemos en septiembre" solo quedó en papel mojado. Que llegar diez minutos antes o después a un sitio puede cambiar el rumbo de tu día. Que una decisión tomada un fin de semana de agosto no fue errónea, sino una de las más acertadas de mi vida. He aprendido que tengo que seguir aprendiendo a vivir, sin miedos, sin temores y con la esperanza de que los sueños por muy imposibles que nos parezcan a veces se pueden cumplir. Solo es cuestión de creer en ellos y que "todo es posible" Y por ultimo he aprendido que aunque el dolor en esta vida es inevitable, el sufrimiento es opcional y que hay personas tan fuertes y valientes que se caen siete veces y se levantan ocho. Y que tenemos que alejar de nuestra vida a aquellas personas que viven en tal oscuridad que para ver un poco de luz, no dudarán en quemarnos y la vida es demasiado corta para convertirnos en cenizas y no vivir nuestra propia vida de manera original y libre, siendo simplemente nosotros mismos.