viernes, 12 de junio de 2020

Cómo me ven...

AsÍ mE vEn

Me vais a permitir que os presente a algunos amigos que hablen de mi, vaya pretencioso que me he vuelto; no creo que sea así, sino que me gusta dar visibilidad a quienes pueden hablar bien de mí, pues los que hablen mal, ya se encargan ellos de darle publicidad...

Ya hacía tiempo que habíamos cruzado la barrera de los treinta, cuando la vida nos puso uno frente al otro. A priori, veníamos de mundos antagónicos: uno pertenecía a la iglesia, el otro renegaba de ella. Pero fuimos capaces de encontrar un punto de encuentro.

Han pasado quince años desde entonces, hemos disfrutado de buenos momentos, hemos tenido dos bodas y dos hijos maravillosos. También ha habido otros, como cuando hace cuatro años a mí me diagnosticaron un cáncer. Ahí, la vida nos dio un vuelco, pero decidimos continuar y hoy seguimos aquí.

Julián es mi pilar, ese compañero de batallas, que cuando se me ocurre una idea poco “ortodoxa” y se la cuento para que me haga cambiar de idea, en vez de eso, me apoya, y la idea loca se convierte en real.

En el ámbito de la enseñanza, el compromiso con sus alumnos va más allá de un simple trabajo, porque es su vocación. Me consta que les intenta dar herramientas con las que enfrentarse a la vida.

Ha tenido una vida ajetreada, motivo por elcual, han pasado por su lado muchas personas, y aunque no todas le hayan aportado cosas buenas, sí ha sabido aprender de cada situación.

Le pido a la vida seguir caminando a su lado, y si suaviza un pelín su mal humor, todo irá a muchísimo mejor.

Te quiero.

Paula CRuZ Gutiérrez.


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NANO 

Julián, esa persona que cuando te dicen que ha sido cura y que además es ahora profesor de religión solo te queda pensar que va a ser uno más; uno más de mente cerrada; uno más con unos ideales fijos marcados por el adoctrinamiento durante su juventud; uno más que piensa de manera arcaica, anticuada.

Pero no hace falta profundizar mucho para darse cuenta de que realmente es una persona íntegra, alguien con valores y que sabe respetar las ideas y opiniones de los demás, alguien que no solo piensa en él y en su propio beneficio, sino que ayuda, se preocupa y además tiene sentido del humor. En definitiva todo lo que se podría esperar de una buena persona. Porque ya os adelanto que lo es.

Él es simplemente él. Escucha y cuando cree que puede aportar algo, habla. Sino, se calla. Si os dais cuenta eso es solo cosa de inteligentes. Es alguien sabio, todos los días intenta mejorar, superarse a sí mismo sin pisar a los demás. Intenta ser mejor persona, rodeándose de buenas personas como él y evitando a la gente tóxica. Si alguien así llega a su vida, lo aparta de su tren. Porque el trayecto es demasiado corto como para aguantar a personas que no merecen la pena. La vida es demasiado corta como para ponerse a pre-ocuparse por nimiedades. Por eso, él vive el momento. Eso me lo ha sabido demostrar muy bien durante el tiempo que le conozco...

Ahora bien, no todo en su vida es de color de rosas, también hay momentos complicados, difíciles, momentos que muy seguramente a todos nos costaría afrontar. Pero ahí sigue, viviendo la vida con optimismo, como si cada día fuera el último. Saliendo adelante con su mujer y sus hijos como si de superhéroes todos se trataran.

Definitivamente, podemos aprender mucho de él, como por ejemplo que nunca lo sabremos todo, y que cada día es una nueva oportunidad para que la vida nos enseñe algo nuevo. Y para dejarnos enseñar...

Podría arriesgarme a decir, que una de sus tantas filosofías de vida es:
VIVE Y DEJA VIVIR; Acepta a cada uno como es, y tendrás la clave para aceptarte a ti mismo... y quererte.
Tal vez te cueste escuchar sus consejos. Tal vez te resulte difícil aceptar que no siempre llevas razón y que no todo lo que piensas es lo correcto. Tal vez duela escuchar lo que tiene que decirte, lo que debe decirte.

Por tu bien... tal vez te cabrées, quieras pegarle, pero tal vez, si tienes un mínimo de inteligencia (sobretodo emocional), te darás cuenta de que todo ello lo ha dicho por tu bien, porque si bien es cierto que no es lo que querías escuchar y muy probablemente menos en ese momento, también lo es que lo necesitabas.

Porque como ya he dicho, él es un hombre sabio e inteligente, sabe cuándo y como utilizar sus armas, y sí, es cierto... a veces duele... a veces la verdad, lo cierto, duele. Pero también es necesario darnos cuenta muchas veces de que esa verdad y esa certeza nos harán crecer, evolucionar como personas y con un poco de suerte, trabajando en equipo, también como sociedad. Porque las armas muchas veces duelen, pero cuando esas armas vienen del corazón, desde lo más profundo de su ser, (como pasa en este caso), duelen solo en función de lo que nosotros nos resistamos a dejarlas entrar, porque una vez que entran y nos conquistan, nos invaden, todo se ve de otra manera, mas claro, más bonito, mejor... y cuando llegue ese momento te pararás y dirás... ha merecido la pena el esfuerzo, para encontrar el camino de la felicidad.

Y diréis: que idílico suena, que bonito lo pinta este chaval... pues bien, que sepáis que no hablo en vano, y que todo lo que digo, lo digo por algo. Porque lo he vivido. Porque lo estoy viviendo en mis propias carnes... porque por muy mal que estés, Julián me ha enseñado que se puede salir. Da igual de dónde.
Siempre va a haber una luz al final del túnel. 

Y cuando la veas, vislumbrarás el camino del que te he hablado, ese idílico camino llamado FELICIDAD. 

-Nano

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RETO extra: Evalúa a tu profesor


¿Pues qué decir de ti Julián?


    Durante los primeros de días de clase ya me empezaste a parecer una persona especial, diferente.  

Creo que realmente la asignatura de Religión y su aportación a la educación y a nuestro desarrollo es algo que la mayoría de la gente (alumn@s, padres. están bastante desinformados, por lo menos la manera en la que tú la impartes y lo que tú impartes. Se confunde con que es algo de la Iglesia, que es una especie de catequesis, y yo hasta ahora no lo veo así. 

    Me comenzó a sorprender tu paciencia ante una clase movidita y habladora. Tu manera de motivarnos me atrae, lo vi durante el curso y lo he visto durante el periodo de confinamiento.  A la gente, al profesor/a especial no hace falta conocerla a través de la tecnología que nos ha tocado vivir en estos momentos, esta gente ya erais especiales antes. 

    Me encanta de un profesor su sentido del humor y su coherencia, y tú lo tienes Julián. Eso facilita mucho la comunicación contigo. 

    Me llamó la atención de tus clases, unas clases que se nota que están preparadas a conciencia, que son clases de religión con comparativa al mundo actual, que hacen referencia a la historia de la religión católica y a la época actual. Eso me atrajo, pues estoy viviendo personalmente un alejamiento, creo, al mundo religioso, ya que hay cosas que no llego a creérmelas o no llego a conectar del todo con ellas, me cuesta creer toda la historia de la religión tal y como nos la han contado hasta ahora y gracias a ti y algunos gestos de gente cercana, sigo enganchada. 

    Me gusta de las clases que impartes que nos acercas y nos haces práctico lo que enseñas, que los conceptos que explicas no se quedan en mera teoría. Hablas desde la práctica, nos cuentas igual que nosotros te contamos, te haces presente en la clase con tus vivencias y eso elimina barreras.   

    Tus películas me han parecido muy apropiadas, sobre todo la de Navidad, me sentí muy identificada con ella, los recursos que utilizas y con los que intentas complementar las clases me llaman la atención (Me gustaría que al final del curso nos orientaras con películas y libros interesantes de ver y leer). Durante la etapa de confinamiento has utilizado un montón de programas muy actualizados, has estado muy activo en las redes, y eso me ha gustado, utilizas un montón de aplicaciones informática, un despliegue de medios que dice mucho de ti. 

    Haces de las clases un momento de reflexión, de pensar, de mirarnos dentro de nosotros mismos, de hacernos ver que somos algo más que cabezas cuadradas enganchadas a un móvil. 

    Tu predisposición a echarnos una mano, a estar ahí, dice mucho. Toda la facilidad que nos ofreces por ser mejores, por superar nuestros baches, te hace diferente, no digo que los demás profesores, no lo hagan, pero la manera en la que tú lo haces es sensible e incondicional. Has intentado en todo momento entender las problemáticas de nuestra edad tanto a nivel académico como persona y otros como el propio carácter de cada un@. 

    Es indudable que la concepción de la religión católica, al igual que a  me pasa con los sacerdotes en la iglesia, depende de quién te la imparta y como te la imparta. Sé que pasa eso con el resto de las asignaturas, depende de cómo te lo trasmitan te llega o no te llega. 

Jo, que charla Julián, y es que cuando me pongo a escribir me enrollo y me gusta, perdona. 

    Solamente he de decirte que gracias por emocionarnos con tus clases, gracias por hablarnos desde la emoción y gracias por hacernos pensar, reflexionar y reírnos. Hay profesores que sabéis muy bien compaginar el cerebro racional con el emocional. 

    Y por decirte algo que mejorar, pues sencillamente poco Julián, es algo que no sé si está en tu mano, o en la de los alum@s, y es la capacidad de hacer callar al alumnado.  Hemos hablado mucho en tus clases hablado sin orden, sin respetarte, y eso muchas veces entorpece la riqueza de tus exposiciones y nuestras aportaciones. 

  • La nota que yo te daría, es de 10. 

Dios mío, gracias por darme ese toque casi al final de la evaluación, me hubiese perdido el poder transcribir parte de mis pensamientos que hasta ahora no había hecho, además de compartir con alguien que sé que me mira a los ojos, cosas tan personales como las que he contado.  

Julián, perdona mi atrevimiento, pero ¿podría saber qué formación tienes? 

  • Con respecto a si voy a coger religión en primero de Bachillerato, sí, lo más seguro es que sí, estoy todavía valorando que rama voy a seguir y que optativas, porque si te digo la verdad, no tengo nada claro. 

Por último, quiero decirte que gracias por acompañarme, como profesor y persona, en este proceso de desarrollo y aprendizaje que me ha tocado vivir. 

 

Felices vacaciones Julián, te mereces tú y los tuyos lo mejor.


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